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Se trata de un spot para la Dirección General de Tráfico con lo que el público objetivo, son todas las personas, pero en especial, los conductores-primeros responsables de los accidentes-.
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Muestra el trabajo de los bomberos tras un accidente, pero sin ninguna escena violenta o desagradable, lo que facilitará la visión del espectador.
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Es directo porque muestra la consecuencia, de una irresponsabilidad.
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El eslogan es una pregunta retórica, que conlleva a una reflexión.
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Los colores utilizados para el anuncio son el azul, en relación con el logotipo de la DGT y amarillo como representativo del chaleco de los bomberos y como significado de ¡Precaución!
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La posición de los bomberos, junto con el perfil del bombero de la izquierda, su seriedad, ayuda al dramatismo del anuncio.
